Tipo de enfermedad: sistémica:
• La sensibilidad química múltiple (SQM) es una enfermedad que afecta al funcionamiento de los sistemas.
• Causa algo parecido a “reacciones alérgicas” frente a determinadas sustancias químicas.
• Una definición más científica es que provoca respuestas fisiológicas anómalas y alteraciones orgánicas frente a numerosos agentes químicos, incluso a niveles muy bajos de exposición, normalmente tolerados por la población.
¿Qué la desencadena y cuándo se enferma de SQM?
• Es desencadenada por la exposición a una o varias sustancias tóxicas en una dosis única alta, en varias dosis menores o a una dosis baja pero continua. El ámbito es sobretodo laboral, doméstico o un accidente casero.
• Se enferma cuando el cuerpo se sensibiliza a la exposición de químicos sintéticos y a partir de entonces deja de tolerarlos y responde de forma anormal. El proceso se denomina “pérdida de tolerancia inducida por tóxicos”.
• Es discapacitante (no se puede realizar casi ningún trabajo) y crónica.
Síntomas (Todos con una intensidad mucho mayor que la de la población sana):
· Dolor de cabeza
• Debilidad
• Problemas de memoria
• Falta de energía
• Congestión nasal
• Dolor o compresión en la garganta
• Molestias en las articulaciones
• Dolor abdominal
• Náuseas
• Trastornos visuales
• Opresión pectoral
• Sensibilidad electromagnética
Sistemas/órganos implicados:
• Sistema nervioso (sobretodo el cerebro)
• Sistema cardiovascular
• Sistema gastrointestinal
• Aparato respiratorio
• Piel, mucosas, ojos
Tóxicos:
• Disolventes orgánicos
• Pinturas
• Plaguicidas
• Humos diversos
• Metales (níquel, plomo)
• Sustancias químicas diversas (etanol, ácido nítrico, ácido clorhídrico,…)
• Polvo
• Alimentos
• Ciertas enfermedades (sarna, herpes zóster)
• Productos de perfumería y ambientadores
• Muebles
• Papel
• Edificios nuevos
· En general, todo aquello que desprende olor
Tratamiento
No lo hay para curar, pero sí para mejorar. Lo más efectivo para bajar la carga tóxica corporal del afectado es evitar su exposición a los agentes desencadenantes.
v Hay cuatro formas de evadir los tóxicos:
- Eliminándolos: tanto del aire con purificadores específicos para SQM; como del entorno, sustituyendo lo convencional por ecológico sin olor, o que se tolere.
- Aislándolos (en zonas herméticas).
- Protegiéndose de ellos (poniéndose una mascarilla de carbón activo cuando sea necesario, sellando puertas y ventanas con cinta carrocera, etc.).
- Alejándose del riesgo (evitando personas con fragancias, fumadoras o que beban alcohol; y ambientes cerrados -especialmente perfumerías y lugares sin ventilación, con ambientador, higienizados recientemente con productos de limpieza agresivos o recién fumigados.
Hay que tener en cuenta también la electrosensibilidad que suele asociarse a la SQM. Se aconseja tener pocos aparatos eléctricos, desenchufarlos tras su utilización (ej. el wiFi y el móvil) y eliminar la contaminación electromagnética (teléfonos inalámbricos, wiFi, fluorescentes...). Especialmente, el dormitorio se mantendrá libre de ondas, sobretodo cerca de la cabeza.
Además, si las intolerancias de la SQM y las posibilidades del paciente lo permiten, deben tratarse los síntomas de la SQM. Se intentará bajar la carga tóxica del paciente por medios naturales complementarios.
La enfermedad que “no existe”, según la OMS
• Algunos ensayos clínicos pretenden demostrar que los pacientes de SQM reaccionan de la misma manera a las sustancias químicas que dicen que les afectan como a placebos, cosa que llevó a concluir que dichos síntomas tenían un origen psicológico.
• No obstante, desde muchos otros sectores médicos se dan evidencias y denuncia la existencia una gran campaña corporativa de las industrias farmacéuticas y químicas afectadas por las sustancias cotidianas conflictivas, cuya estrategia es crear la ilusión de la existencia de controversia acerca de la SQM en los medios de comunicación «culpando» a las víctimas; o bien intentar crear la sensación que se trata de una extraña anomalía orgánica selectiva en algunas personas, en lugar de ser una enfermedad inducida por sustancias químicas.
La SQM y las mujeres
Aunque se desconocen sus causas, la sensibilidad química múltiple parece tener una mayor incidencia entre las mujeres. En el Hospital Clínico de Barcelona, el 90,5% de las personas que acudieron a consulta aquejadas por este síndrome fueron mujeres.
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