miércoles, 15 de febrero de 2012

SQM

Tipo de enfermedad: sistémica:
       La sensibilidad química múltiple (SQM) es una enfermedad que afecta al funcionamiento de los sistemas.
       Causa algo parecido a “reacciones alérgicas” frente a determinadas sustancias químicas.
       Una definición más científica es que provoca respuestas fisiológicas anómalas y alteraciones orgánicas frente a numerosos agentes químicos, incluso a niveles muy bajos de exposición, normalmente tolerados por la población.

¿Qué la desencadena y cuándo se enferma de SQM?
       Es desencadenada por  la exposición a una o varias sustancias tóxicas en una dosis única alta, en varias dosis menores o a una dosis baja pero continua. El ámbito es sobretodo laboral, doméstico o un accidente casero.
       Se enferma cuando el cuerpo se sensibiliza a la exposición de químicos sintéticos y a partir de entonces deja de tolerarlos y responde de forma anormal. El proceso se denomina “pérdida de tolerancia inducida por tóxicos”.
       Es discapacitante  (no se puede realizar casi ningún trabajo)  y  crónica.

Síntomas  (Todos con una intensidad mucho mayor que la de la población sana):
·         Dolor de cabeza
       Debilidad
       Problemas de memoria
       Falta de energía
       Congestión nasal
       Dolor o compresión en la garganta
       Molestias en las articulaciones
       Dolor abdominal
       Náuseas
       Trastornos visuales
       Opresión pectoral
       Sensibilidad electromagnética


Sistemas/órganos implicados:
       Sistema nervioso  (sobretodo  el  cerebro)
       Sistema cardiovascular
       Sistema gastrointestinal
       Aparato respiratorio
       Piel, mucosas, ojos



Tóxicos:
       Disolventes orgánicos
       Pinturas
       Plaguicidas
       Humos diversos
       Metales (níquel, plomo)
       Sustancias químicas diversas (etanol, ácido nítrico, ácido clorhídrico,…)
       Polvo
       Alimentos
       Ciertas enfermedades (sarna, herpes zóster)
       Productos de perfumería y ambientadores
       Muebles
       Papel
       Edificios nuevos
·         En general, todo aquello que desprende olor


Tratamiento
No lo hay para curar, pero sí para mejorar. Lo más efectivo para bajar la carga tóxica corporal del afectado es evitar su exposición a los agentes desencadenantes.
v  Hay cuatro formas de evadir los tóxicos:
- Eliminándolos: tanto del aire con purificadores específicos para SQM; como del entorno, sustituyendo lo convencional por ecológico sin olor, o que se tolere.
- Aislándolos (en zonas herméticas).
- Protegiéndose de ellos (poniéndose una mascarilla de carbón activo cuando sea necesario, sellando puertas y ventanas con cinta carrocera, etc.).
- Alejándose del riesgo (evitando personas con fragancias, fumadoras o que beban alcohol; y ambientes cerrados -especialmente perfumerías y lugares sin ventilación, con ambientador, higienizados recientemente con productos de limpieza agresivos o recién fumigados.

Hay que tener en cuenta también la electrosensibilidad que suele asociarse a la SQM. Se aconseja tener pocos aparatos eléctricos, desenchufarlos tras su utilización (ej. el wiFi y el móvil) y eliminar la contaminación electromagnética (teléfonos inalámbricos, wiFi, fluorescentes...). Especialmente, el dormitorio se mantendrá libre de ondas, sobretodo cerca de la cabeza.
Además, si las intolerancias de la SQM y las posibilidades del paciente lo permiten, deben tratarse los síntomas de la SQM. Se intentará bajar la carga tóxica del paciente por medios naturales complementarios.

La enfermedad que “no existe”, según la OMS
       Algunos ensayos clínicos pretenden demostrar que los pacientes de SQM reaccionan de la misma manera a las sustancias químicas que dicen que les afectan como a placebos, cosa que llevó a concluir que dichos síntomas tenían un origen psicológico.
       No obstante, desde muchos otros sectores médicos se dan evidencias y denuncia la existencia una gran campaña corporativa de las industrias farmacéuticas y químicas afectadas por las sustancias cotidianas conflictivas, cuya estrategia es crear la ilusión de la existencia de controversia acerca de la SQM en los medios de comunicación «culpando» a las víctimas; o bien intentar crear la sensación que se trata de una extraña anomalía orgánica selectiva en algunas personas, en lugar de ser una enfermedad inducida por sustancias químicas.

La SQM y las mujeres
Aunque se desconocen sus causas, la sensibilidad química múltiple parece tener una mayor incidencia entre las mujeres. En el Hospital Clínico de Barcelona, el 90,5% de las personas que acudieron a consulta aquejadas por este síndrome fueron mujeres.

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